Con más de 800 millones de usuarios, la cantidad de información personal que maneja y almacena Facebook
es enorme. De hecho, semejante volumen de información sumado a las no
muchas facilidades de la red social de Mark Zuckerberg para configurar la privacidad de los perfiles,
suelen dar como resultado que, en determinadas ocasiones, estemos
mostrando mucha más información que la que, realmente, nos gustaría
dar. En cualquier tipo de red social, el usuario es el mejor sistema de
seguridad, es decir, uno debe ser consciente en qué cosas comparte y
con quién y, sobre todo, invertir algo de tiempo en explorar las opciones de seguridad
para ajustar al máximo la visibilidad de la información y evitar que
ojos extraños accedan a contenidos que deberían permanecer en un
círculo cercano.
Creo que, de todas las redes sociales que existen, Google+
es la que mejor ha representado este concepto con los círculos. Si
recordamos lo que son los círculos son agrupaciones de personas a las
que damos una visibilidad determinada sobre los contenidos que
publicamos, algo así como los círculos de confianza que tenemos con la
gente en la vida real (gente cercana que tiene acceso a mucha más
información que la que nos es algo más lejana). Precisamente, esa es
uno de los criterios que podemos tener en cuenta a la hora de gestionar
nuestra privacidad en Facebook y, teniendo en cuenta todo esto y
algunos detalles más, podemos ajustar un poco nuestra configuración y,
gracias a esta inversión de tiempo, ahorrarnos algún que otro disgusto.
Mejor en SSL
Hace
poco más de un año, una extensión llamada Firesheep nos dejó
intranquilos al mostrarnos lo fácil que era suplantar una cuenta (y
robar las credenciales) cuando algún usuario accedía a servicios como
Facebook sin cifrar y en conexiones compartidas. Si bien el acceso es
algo más lento, es fundamental acceder a servicios como Facebook
mediante una conexión SSL
y, aunque la autentificación sí que vaya bajo SSL, el resto de la
experiencia en Facebook obligatoriamente no tiene que funcionar así.
Para que nuestra conexión a Facebook siempre esté cifrada
tendremos que acceder a “Configuración de la Cuenta” y, una vez ahí, a
“Configuración de la seguridad”, marcando la opción de navegar en
Facebook de manera segura siempre.
Controla las sesiones activas
Salvo
que tengamos la certeza de que nadie va a usar nuestro equipo y, por
tanto, nuestro navegador, es conveniente que terminemos la sesión en
sitios como Facebook antes de cerrar la ventana del navegador (sobre
todo si es un equipo de acceso compartido, como el del hall de un hotel). Una buena forma de controlar qué credenciales de acceso están activas
y, por tanto, podrían servir para acceder a Facebook sin necesidad de
introducir usuario y contraseña es consultar las sesiones activas
(“Configuración de la Cuenta” y, una vez ahí, a “Configuración de la
seguridad”), un lugar en el que se nos mostrarán las sesiones iniciadas
(con su ubicación y plataforma) para que, en el caso de encontrar
alguna extraña, podamos proceder a su cancelación.
Controla quién puede etiquetarte
Suele
ser común que la gente suba fotografías a Facebook, por ejemplo, una
felicitación navideña, y comiencen a etiquetar gente. Si el que
etiqueta es alguien que no es amigo mío y, sin embargo, es capaz de
etiquetarnos porque tengamos amigos comunes, significa que, quizás,
debamos prestar atención al alcance de nuestro perfil y debamos visitar
la “Configuración de Privacidad”.
En el caso de las etiquetas, podemos evitar el autoetiquetado
de Facebook, que digan dónde estamos (a través de su móvil), o que
cualquiera tenga acceso a los datos de nuestra biografía y perfil
personal. Todos estos apartados podemos controlarlos gracias a un menú
en el que se nos ofrece el alcance que queremos dar a nuestro propio
rastro.
Acota quién puede vernos, escribirnos o encontrarnos
Alemania, por ejemplo, prohibió
que la información recopilada a través de las redes sociales pudiese
ser utilizada en procesos de selección de personal, sin embargo, es una
práctica habitual por muchas empresas. La mejor manera de garantizar
nuestra privacidad es que dediquemos algo de tiempo a ajustar la visibilidad de nuestro perfil y eso es algo que podemos hacer desde “Configuración de la Privacidad” en “Cómo conectas”.
Gracias
a este panel de configuración podremos controlar quién nos puede
solicitar una conexión de amistad (cualquiera o gente que tenga amigos
en común con nosotros), escribirnos mediante un mensaje, contribuir a
nuestra biografía (indicando, por ejemplo, que asistió al colegio con
nosotros), etc.
¿Amigos o conocidos?
Bajo mi punto de
vista, Facebook ha deformado un poco el significado de la palabra amigo
y, realmente, ha extendido demasiado su alcance. En Facebook, nuestros
contactos son amigos independientemente al grado de cercanía que éstos
tengan. Desde hace algún tiempo, si pasamos por nuestra lista de
contactos (o por el perfil de alguno de éstos) tenemos la posibilidad
de catalogar nuestras conexiones entre mejores amigos, amigos y
conocidos, pudiendo así acotar algo más el alcance de las publicaciones y aplicarlo a enlaces que compartamos, actualizaciones de estado o, incluso, fotografías publicadas.
Las listas son tus amigas
Si
queremos acotar mucho más el alcance de nuestras publicaciones y
ajustar al máximo qué puede ver cada contacto, podemos trabajar con las
listas de contactos y agrupar “amigos” con características comunes bajo
el paraguas de una lista. Gracias a las listas podremos controlar
también el alcance de las publicaciones con una herramienta algo más
flexible que el “amigos o conocidos” y, de esa forma, cada uno de
nuestros contactos verá lo que consideremos oportuno.
Piensa en lo que harías en el mundo real
Nosotros
somos nuestra mejor protección en Facebook, es decir, que aplicando el
sentido común y pensando en lo que haríamos en el mundo real, podríamos
solventar muchas de las cuestiones relativas a la privacidad de nuestra
cuenta. Si tenemos, dentro de nuestros contactos, a nuestro jefe o
compañeros del trabajo, hemos de ser conscientes de ellos antes de
publicar algo relativo a nuestro entorno laboral y, si vamos a hacerlo,
quizás deberíamos tomar la precaución de publicarlo únicamente a
nuestros allegados y excluir al grupo de contactos del trabajo.
Vale
la pena echar un vistazo a las opciones de configuración de privacidad
de nuestra cuenta, más que perder el tiempo, realmente, es una inversión.
Fuente: http://bitelia.com/2012/01/guia-de-la-semana-mejora-la-seguridad-y-privacidad-de-tu-cuenta-de-facebook
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