martes, 24 de julio de 2012

Cómo tener bajo control las aplicaciones del arranque de Windows

24 de julio, 2012, 13:25, bitelia.co



Hace unas semanas dábamos cinco consejos para mantener sistemas Windows frescos como el primer día, y es que si sois usuarios del sistema de Microsoft (cualquier versión) sabréis que con el paso del tiempo éste puede volverse realmente lento, debido entre otras cosas a la fragmentación de archivos, instalación de programas que aumentan el llamado registro de Windows, etc.

Además de recomendaros defragmentar, desinstalar programas obsoletos, y tener algunas buenas herramientas que se encarguen de los bichos que tarde o temprano asedian a Windows, hoy os hablamos de cómo tener bajo control los programas de inicio de Windows, tanto los del propio sistema como los instalados por nosotros mismos o los que automáticamente se marcan para iniciarse al arrancar el SO.
El problema es que muchos usuarios normales, y al fin y al cabo Windows es precisamente un sistema diseñado para gente de a pié, no tienen por qué saber que los programas se ejecutan con el sistema, o que al instalarlos ésta puede ser una de sus opciones. Generalmente, hay dos formas básicas diferentes de ejecutar programas desde el inicio, y aunque el usuario pueda modificarlas, las aplicaciones y el sistema también pueden.

La carpeta inicio

La carpeta Inicio, dentro del menú de inicio, es una carpeta especial en el sistema desde Windows 95. Startup en versiones anglosajonas, permite al usuario ejecutar programas al inicio de forma sencilla: Tan sólo basta arrastrar un acceso directo a la carpeta para que éste se ejecute al inicio. Por tanto, si queremos deshacernos de ese programa que ya no queremos que se ejecute pero que queremos conservar en el sistema, debemos seguir los tres siguientes pasos:
  • Comprobar que el programa o aplicación no tiene una opción para iniciar con el sistema
  • Comprobar que el programa no se encuentra en la carpeta Inicio / Startup
  • Comprobar el registro del sistema (siguiente punto)
Una vez nos hemos asegurado de que la aplicación no tiene una opción propia para deshabilitar su inicio, vamos a la carpeta Inicio y eliminamos el acceso. Si no está, pasaremos al siguiente punto, aunque hay que tener un par de cosas antes de hacerlo. Desde la introducción de los usuarios en Windows no hay sólo una carpeta Inicio, sino varias. Concretamente, una por cada usuario del sistema, más dos adicionales: La de AllUsers, para todos los usuarios, y la de DefaultUser, utilizada para crear perfiles nuevos.
En la mayoría de los casos bastará con hacer clic secundario en el menú de inicio y elegir la opción correcta: Abrir para todos los usuarios, o abrir, lo que nos llevará a nuestra carpeta personal. Conviene comprobar ambas.

El registro del sistema

Uso Memoria
-¿Poca memoria disponible u ordenador lento por momentos?-
Este paso es tal vez más complicado, pero no os asustéis. Windows se basa en una serie de ficheros en los que se almacena la configuración del sistema, los cuales componen el famosoregistro de Windows. El mismo es editable a través de un programa del propio Windows, para el que por supuesto necesitaremos derechos de administrador, algo que no es problema si el ordenador es nuestro.
Para ejecturar el editor abrirmos la ventana de Ejecutar y escribimos regedit. Automáticamente estaremos ante un editor de claves en el que tendremos que buscar las siguientes rutas:
HKEY_CURRENT_USER\Software\Microsoft\Windows\CurrentVersion\Run
HKEY_LOCAL_MACHINE\SOFTWARE\Microsoft\Windows\CurrentVersion\Run
Ambas contienen la misma información que podría contener la carpeta Inicio: Una serie derutas de aplicaciones que se ejecutarán en el inicio del sistema. Conviene tenerlas bajo control, y éste debe ser uno de los primeros sitios que miremos cuando el sistema se vuelva inestable debido a que una aplicación desconocida está en ejecución.
Editar las claves del registro es algo que sólo debería hacer un usuario avanzado, o al menos un usuario que sepa lo que hace. Aún así, es fácil identificar los programas ajenos al sistema echando un vistazo a sus rutas.

Aplicaciones externas

CCleaner
Por último, y tal vez la opción más aconsejable para usuarios poco expertos, utilizar alguna aplicación como CCleaner, del que hemos hablado varias veces y no sólo nos ayudará a elegir las aplicaciones de inicio -basta con ir a la opción Startup -> Windowspara acceder a la misma lista que tenemos en el registro de Windows-, sino que nos ayudará a limpiar otra serie de elementos como archivos temporales y residuales de Internet o el propio sistema operativo.

viernes, 13 de julio de 2012

Nueva York convertirá las cabinas de teléfono en zonas WiFi gratuitas

Por Txaumes, xataca.com


Atención todos los que tengáis previsto viajar a Nueva York este verano. La alcaldía de la mítica Gran Manzana ha puesto en marcha un proyecto piloto para intentar dar nueva vida a las viejas y antiestéticas cabinas de teléfono convirtiéndolas en ‘hotspots’ WiFi.
Cada cabina ha sido dotada de una antena WiFi de tipo militar con un alcance de casi 100 metros. La conexión a estás cabinas es, además, gratuita. Basta aceptar las condiciones y visitar la web de turismo de la ciudad y ya tenemos conexión para subir alguna foto o saludar en Facebook.
La iniciativa afecta, de momento, sólo a 10 cabinas cuya ubicación podeis consultar en la web de la ciudad (enlace al final de este post). La idea es extender la conexión a buena parte de las más de 13.000 cabinas que hay en la ciudad, lo que la convertiría en un oásis de conectividad único.
El coste de dotar a las vetustas cabinas de antenas WiFi está corriendo a cargo de la empresa concesionaria de las cabinas, así que no es de esperar que la gratuidad se mantenga para siempre. No obstante, se cree que no llegarán a ser de pago, sino que tan sólo nos obligarán a visitar alguna página de publicidad, un precio pequeño con tal de tener datos en el extranjero sin tener que sufrir el roaming.

jueves, 12 de julio de 2012

Cinco consejos para mantener tu sistema Windows tan fresco como el primer día

Avatar de Randal (Perfil)


Por eso, he decidido reunir una serie de puntos básicos que sin embargo deberían ser suficientes para devolver la frescura al sistema, y para que podamos trabajar correctamente con la computadora, independientemente de si lo hacemos a través de Windows XP, Windows 7 o cualquier otra versión (aunque espero por vuestro bien que no estéis utilizando Windows 95, o 3.1).Microsoft Windows ha sido durante mucho tiempo, y suponemos que seguirá siéndolo, un referente en cuanto a sistemas operativos. Reuniendo ideas de otros sistemas y poco a poco construyendo un completo ecosistema que culmina con Windows 7 y con Windows 8, que está a punto de ver la luz, uno de sus problemas ha sido siempre que unos meses después de su instalación puede volverse completamente inestable y muy lento.

Defragmentar el disco

Se trata de uno de los problemas que siempre ha tenido el sistema Windows, y más concretamente, el sistema de archivos que usa: Anteriormente FAT y FAT32, hoy NTFS y con la llegada de Windows 8, ReFS.
La fragmentación en el sistema de archivos tiene una forma fácil de explicar. Básicamente, consiste en que cada archivo que tenemos en disco en realidad se guarda en múltiples sitios del mismo, debido a limitaciones del propio sistema de archivos. Con el tiempo, y la creación de nueva información, nuevos archivos, lectura de los mismos y el llamado envejecimiento de los archivos, estos terminan por estar completamente esparcidos en el disco, haciendo que el hardware del disco duro tarde más y más en acceder a los mismos, y por consiguiente, enlenteciendo el sistema. Ni que decir tiene que los archivos más afectados suelen ser los del propio Windows, que está constantemente accediendo a ellos y sobreescribiéndolos.
La solución nos la da el propio sistema, o una de las múltiples utilidades que hay para ello: La defragmentación. Este programa incluido en Windows ordena los cachos de cada archivo con el fin de poder acceder a ellos más rápidamente. Es recomendable, por tanto, defragmentar regularmente con el fin de que las operaciones sean rápidas y así conservemos la frescura que parecía tener el sistema cuando lo instalamos. Podéis encontrar la utilidad de defragmentación en el menú de Accesorios, o utilizar Defraggler, por ejemplo.

Desinstalar los programas que no usas

Obvio. Con el paso del tiempo, podemos llegar a tener docenas y docenas de programas instalados. Uno de los problemas de Windows es que permite guardar la información de los mismos en el registro de Windows. ¿Qué es el famoso “registro de Windows”? Una serie de archivos del sistema que conforman información del mismo sobre aplicaciones, programas y demás elementos, y que, por supuesto, puede hacerse muy grande y pesado con el paso del tiempo.
Desinstalar los programas que no utilizamos aligerará el registro, liberará espacio en disco y hará que todo vuelva a fluir tan rápido como antes. Os invito a que visitéis la sección de Programas dentro del Panel de Control. Seguro que encontráis muchos de ellos que ya no utilizáis. Ah, nunca está de más, una vez desinstalados, utilizar alguna utilidad como Wise Registre Cleaner, para limpiar los resquicios que quedan en el registro una vez desinstaladas las aplicaciones.

Utilizar un anti-malware y un buen antivirus

La instalación de aplicaciones y consumo constante de información a través de Internet puede hacer que el sistema se nos llene de bichos. El malware es un problema que lleva afectando a Microsoft Windows desde que este se hizo popular. ¿Es Windows inseguro? No. O bueno, no tanto como nos quieren hacer creer. Básicamente la mayoría de amenazas se centraban y se siguen centrando en él porque es el más conocido. Actualmente Mac OS X también ha sufrido bastantes ataques con algún malware que otro bastante conocido, e incluso Android y recientemente iOS se han visto afectados.
Pero volvamos a Windows. Tener una herramienta anti-malware es algo indispensable en cualquiera de las versiones del sistema de Microsoft. Las alternativas son afortunadamente muchas, y contamos con muchos programas de calidad que ayudarán a que defendamos nuestro sistema. Por nombrar algunos de los más conocidos, Ad-Aware o SpyBot Search & Destroy.
Ah, y una cosa más. No os olvidéis de instalar un buen antivirus, por si la cosa va a mayores. Actualmente los más populares son Avisa y Microsoft Security Essentials, ambos bastante livianos, gratuitos, y con la garantía de sus respectivos fabricantes, en el caso de Security Essentials, la propia Microosoft.

Realizar backups cada cierto tiempo o programarlos

Para los dos puntos vistos anteriormente, es muy recomendable realizar backupsprogramados, por si después de instalar una determinada aplicación el sistema deja de funcionar como debiera, o algún virus o malware destruye los propios archivos del sistema.
La primera herramienta a la que tenemos que mirar en este sentido es la Restauración del Sistema de la propia Microsoft. Podéis encontrarla en Accesorios dentro del menú de Inicio. Y alternativamente, también recomendamos los siguientes artículos. Y es que, en Bitelia, siempre creemos que más vale prevenir que curar:

#PlanbibliotecasMDE: una apuesta por el uso y apropiación de las nuevas tecnologías en las bibliotecas públicas de Medellín

El Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín vienen realizando un Plan de Cultura Digital para sus bibliotecas con el fin de apostar por ...